A lo largo de nuestra evolución hemos incorporando patrones y modos de percibirnos a nosotros mismos, a actuar, sentir y pensar que hemos asumido como propios y con los que nos hemos confeccionado diferentes máscaras que se nos ajustaron tan bien que creímos que eran nuestra propia piel y toman el control en diferentes situaciones. Pueden llevarnos a tomar una actitud obsesiva de cambiarnos, juzgarnos y criticarnos con un afán de intentar mejorarnos y controlar aquello imperfecto que hay en nosotros; a poner en duda nuestra valía personal; a sentirnos excluidas o no queridos; a sentirnos inseguras y vivir con una cierta sensación de angustia constante; a tener una idea de cómo debemos ser y cómo deberíamos vivir, pero no saber cómo llegar a ello; a olvidarnos de nosotros, restando importancia a nuestras necesidades y sentimientos... Creemos que estamos siendo espontáne@s cuando, en realidad, estamos siendo automátic@s.
Estas máscaras del yo tan sólo se corresponden con una parte muy pequeñita de nuestro potencial y que nos impiden escucharnos a nosotros mismos y limitan la capacidad de satisfacer nuestras propias necesidades, actuando de forma opresiva. Pretendemos brindar un espacio donde acompañar situaciones vitales que en un momento determinado se vuelven críticas y también donde poder desarrollar lugares propios para que cada una encuentre su modo de transformarse y aprenda a discriminar, a través de una conexión con las emociones y con el cuerpo, quién soy y quién no soy: qué formas de pensar, sentir y actuar he rechazado como ajenas y cuáles reconozco como propias, cuáles son mis trampas y mis mecanismos… cuál es mi verdad.
El proceso gestáltico consiste en entregarse a las manifestaciones del ego, para aprender a reconocerlas y dejarse fluir con espontaneidad para posteriormente, a través de diferentes prácticas y la auto-observación, distanciarse del propio ego y desidentificarse de sus respuestas automáticas pudiendo desarrollar respuestas genuinas. Engloba las dimensiones corporal, emocional, intelectual y espiritual de la persona y consiste en:
Ampliar la conciencia corporal y utilizar el cuerpo como guía para conectar con los procesos internos. Liberar energías y tensiones.
Despenalizar las emociones y tomar conciencia y responsabilizarse de lo que un@ siente en vez de manipular, justificar...
Realizar una comprensión intelectual para desidentificarse de las creencias y autoconceptos, tomar decisiones... sin que por ello se contaminen la toma de conciencia de emociones y sensaciones.
De esta forma, nos permitimos actualizar el pasado en la medida en que nos percatamos de cómo evitamos darnos cuenta y cómo interferimos en nuestra relación espontánea con el mundo. Esto se traduce en:
Superación bloqueos y circunstancias no resueltas en el pasado que impiden vivir el presente con plenitud
Expresión genuina de las emociones y sentimientos, con independencia de lo considerado como normal o patológico, impidiendo que se vuelvan destructivas
Elaboración de duelos
Vivir de forma más congruente con quienes somos, hacemos, sentimos y pensamos
Incremento de la capacidad de amar y de amarnos a nosotras mismas
Reducción del sufrimiento
Relaciones interpersonales más satisfactorias
Conocimiento y desarrollo de nosotros mismos
Resolución de conflictos
La Gestalt nace dentro del Enfoque Humanista o de Desarrollo del Potencial Humano y su objetivo es hacer a la persona más íntegra y auténtica:
Descubriendo quién soy yo y quién no soy yo en mi funcionamiento
Pasando de la necesidad de apoyarme en otros y en los criterios internalizados de los demás, a poder apoyarme en mí mismo
Alcanzar el sentimiento de mí mismo y llegar a sentir cuándo lo que siento es fiable y cuándo no
Desarrollando las potencialidades y aceptando las partes rechazadas
Recuperando la energía que utilizaba en mantener rechazarlas y en identificarse con otrasNuevo párrafo